Egoismo 5.0

La teoría existente sobre la conducta del ser humano auto interesado y no altruista se denomina Egoísmo psicológico. Pero la pregunta que viene a mi cabeza en esta mañana soleada y en la que los rayos del sol entran por la ventana, es.

-¿La vida es egoísta o nosotros somos egoístas con la vida?

No echemos balones fuera, no le echemos la culpa a la vida, tenemos la vida que nosotros hemos querido tener, la vida no es egoísta, ella no interfiere, nosotros sí que interferimos. El egoísmo humano es tan grande o más que su ego, somos unos egoistas tanto en lo material como en lo sentimental, no compartimos ni la hora, escondemos tras un aura de santidad y filantropismo barato nuestro egoísmo. Pensémoslo bien, ya desde que somos unos críos escondemos la piruleta y la guardamos cual “jobit” esconde su anillo, solo hasta que nuestros mayores nos dicen –"Nene, no seas egoísta dale un poquito a tu hermana". Y es en ese momento cuando nuestras lágrimas afloran y renegadamente flexionamos nuestro interés y compartimos, pero por imposición, no por bondad ni nada parecido……………….

Cuando nos hacemos mayores y vamos creciendo todo ese egoísmo se nos va tatuando en nuestro subconsciente de manera que pasa a formar parte nuestra sin querer. Señores no nos engañemos sabemos que todo en el mundo se mueve alrededor de algo y ese algo tiene mucho que ver con las cosas materiales.

Pero el ser humano es grande y maquillamos todo con capas de falsos sentimientos y  falsa bondad. Solo hasta que de verdad nos enfrentemos a nuestros propios miedos no seremos libres de pensamientos ni egoísmos. Tenemos dentro de nosotros tanta ira contenida, tantos reproches que hacerle al día a día; cojamos aire y expulsemos todo lo que llevemos dentro, mirémonos al espejo y digámonos todo lo que nos tenemos que decir, con nosotros mismos es con quien menos hablamos.

Nos levantamos todos los días con una sonrisa y no nos damos cuenta, o acaso cuando os cepilláis los dientes no esbozáis una sonrisa, pues esa es la que tenemos que llevar puesta todo el día, y si por alguna razón nuestro día se nos tuerce, que no se quede dentro, pues es en ese momento es cuando el egoísmo se alimenta y nos vuelve ariscos, apáticos y moralmente pobres.

Desde la ventana escribo mi reflexión de una manera egoísta, porque a fin de cuentas yo formo parte de este mundo y no soy nadie para cambiar nada, se que hoy no gustara lo que escrito está, pero es lo que llevo dentro.

La ventana sigue reflejando los rayos del sol……………………………