domingo, 4 de marzo de 2012

El despertar....

Santiago corría calle abajo detrás de su hermanita, con una sonrisa en la cara y gritando le decía que fuese mas despacio que se podía caer, hoy es especial para ellos, sus primos vienen de visita y para ellos eran momentos de felicidad pues todos juntos van a disfrutar de un maravilloso día en la pequeña casita en el campo.

Tu yo agarrados de la mano, seguimos sus pequeños pasos con infinita dulzura. El fruto de nuestro amor revoloteaba cual mariposas alrededor de las flores y nos hacia felices.

En nuestro caminar pasamos por delante de la pequeña capilla del pueblo en donde nos casamos aquel día de invierno y gratos recuerdos retornaron a nuestras cabezas.

-¿Recuerdas cuando me pediste que nos casáramos?

-Como lo voy olvidar!!! En aquella mesa  de restaurante rodeado de una sencilla comida, con todo mi amor y una anilla de lata de refresco te pedí matrimonio.

-Que bonitos momentos tenemos alrededor de aquella mesa. (Sonrisas)

Tu sonrisa volvió aflorar como la primera vez y mientras los niños seguían persiguiéndose el uno al otro y mirando con miradas furtivas hacia el lugar donde sentados los observábamos.

Nosotros, sus padres que con un inmenso amor y no pocas dificultades habíamos dejado tiempo atrás la gran ciudad para vivir nuestro sueño de poder vivir en una casita en el campo y poder criar a nuestra pequeña prole en un sitio lejos de la sociedad contaminada en la que todo lo que rodeaba a todo, era falso.

Tu mirada de nuevo se clavo en mi y de tu boca afloro una palabra,

-Te quiero!!!


   Mis ojos sin perder de vista a los “pequeños” se clavaron en los tuyos y una sonrisa manó de mucho mas adentro que lo que mi expresión pudiera expresar.

Miramos el reloj y nos dimos cuenta de que ya era un poco tarde y había que volver hacia casa, la comida estaba echa y antes de que llegaran, una siesta no nos iría mal.

Como siempre Santiago era el primero en llegar, siempre le cambiábamos la llave de escondite, pero el siempre la encontraba y le decía a su hermana:

-Papa y Mama siempre cambian la llave pero si no esta aquí, la esconden aquí.

Ella con sus 3 añitos asentía a lo que el hermano le dijera sin entender nada, pero era tanta su complicidad que no hacia falta mas palabras que las que ellos se decían.

Ya dentro de casa y sentados en el jardín que tiempo atrás acogio nuestro banquete de boda nos dispusimos a comer.

Terminada la comida tu dulce voz me dijo.

-Túmbate un rato cariño!!!! Que yo me encargo de los niños y de preparar todo mi amor.

-Gracias cariño me voy a echar, avísame cuando lleguen. Niños portaros bien y ayudad a mama, papa se va a dormir la siesta. Os quiero hijos.

-Adios Papa!!!!! (Repitieron los tres a la vez)

Me levante de la mesa y antes de cruzar la puerta me gire y recorrí tu cuerpo de arriba bajo. Tu sonrisa sigue resplandeciente como aquel día en la playa cuando te vi por primera vez . Te guiño un ojo y me meto en casa.Tus lindos ojos me siguen hasta que me pierdo dentro de la casa. Caminando por el pasillo mi corazón brinca de alegría día tras día a tu lado.

Ya en la cama me tumbo y me dejo dormir poco a poco dejando mi mente en blanco y con unos tenues rayos de sol entrando por la ventana.

De repente me despierto sobresaltado miro a un lado y a otro, la cama se había echo mucho mas estrecha , nuestras fotos y las de los niños habían desaparecido, donde dejabas tus libros por la noche una botella de Ron ocupa su lugar. Todo estaba oscuro, salgo al jardín y lo único que me encuentro es un balcón triste y con vistas a un patio de luces que arroja de todo menos luz.

Me paro me froto los ojos y me doy cuenta de que todo ha sido un sueño de algo que nunca sucedió pero que muchas veces alguien imagino.

Lagrimas de tristeza recorren mi rostro enjuto y demacrado y me vuelvo al catre para intentar recuperar mi sueño e intentar no despertar jamás de un sueño vivido una calida noche de verano.

De nuevo tumbado, vuelvo a cerrar los ojos y en un viejo aparato de música una canción sigue sonando una y otra vez martilleando en mi cabeza el mismo estribillo.

-Sin ti, no hay clemencia en mi dolor, es inútil vivir como inútil será el quererte olvidar………………

Al fin duermo, la ventana esta cerrada, hoy al igual que ayer no hay luz en la ventana.

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